Aproximadamente la mitad de los hombres entre los 40 y los 70 años sufren algún tipo de disfunción eréctil. En algunos casos, la causa es la enfermedad Peyronie, en la que tejidos cicatrizados por lesiones provocan dolor y problemas en la función eréctil.
Esta enfermedad se suele tratar sustituyendo los tejidos dañados en el pene con tejidos. Pero, a menudo, el sistema inmunitario rechaza las inserciones de materiales biológicos.
Por eso, el descubrimiento que ha hecho un equipo de científicos chinos al lograr restablecer la función eréctil de cerdos utilizando tejido artificial, es un paso esperanzador para quienes padecen esta enfermedad.
“Nos sorprendieron los resultados en los experimentos con animales, en los que el pene recuperó la erección normal inmediatamente después del uso de la ATA”, explicó Xuetao Shi, investigador de la Universidad Tecnológica del Sur de China en Guangzhou (China) y autor del estudio.
La mayor ventaja del ATA es que “consigue funciones similares a las de los tejidos imitando la microestructura de los tejidos naturales”, remarcó Shi.
Además, este material no solo copia los tejidos de la túnica albugínea, sino que “puede extenderse a muchos otros tejidos de soporte de carga”, afirmó.
Los tejidos eréctiles esponjosos de los mamíferos están formados por fibras onduladas de colágeno (con un poco de elastina) apiladas en paralelo, llamadas túnica albugínea (TA). Cuando los tejidos esponjosos se hinchan con la sangre, estas fibras permiten que haya más espacio y, al mismo tiempo, mantienen todo unido al enderezarse.
“Nuestro trabajo en esta fase se centra en la reparación de un solo tejido del pene, y la siguiente fase será considerar la reparación del defecto peneano global o la construcción de un pene artificial desde una perspectiva holística”, explicó el investigador Shi.
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